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Texto: Juan 1:6; 4:1-2; Mateo 28:18-20

Introducción:

Surge la pregunta: ¿Qué es una ordenanza? Se derive la palabra del idioma latín y quiere decir – «lo que fue ordenado o mandado». Alguien había dicho que las ordenanzas son «señales visibles de la gracia invisible». Esto quiere decir que son símbolos externos de lo que Dios hizo en nuestro corazón.

          La Biblia habla solamente de dos ordenanzas: el bautismo y la cena del Señor. Si no las observamos en la manera determinada en la Biblia, ellas llegan a ser meras tradiciones del hombre. Cuando se descarría del modo bíblico el resultado va a ser pura confusión y así es en el mundo religioso hoy.

          Tenemos algunas iglesias que no observan ninguna ordenanza,  como el ejército de salvación,  hasta la iglesia católica que observa siete en total.

 I.                  EL PRINCIPIO DE LAS ORDENANZAS

A. El Señor Jesucristo Instituyó las Ordenanzas

1. El Bautismo (Juan 1:6; 4:1-2; Mateo 28:18-20)

2. La Cena del Señor (Mateo 26:17-30)

B. La Iglesia Obedeció los Mandamientos de Cristo

1. El Bautismo (Hechos 2:41)

2. La Cena del Señor (Hechos 2:42; 1 Corintios 11:23-30)

 II.              EL PROPÓSITO DE LAS ORDENANZAS

          Las ordenanzas son símbolos de la salvación que está en el Señor Jesucristo. Por medio de estas ordenanzas la iglesia requiere que cada miembro da una respuesta correcta a la experiencia que tuvo con Cristo en la salvación y lo que tienen en su andar diario con Cristo.

 

A.    Las Ordenanzas Guardan la Pureza del Evangelio

1. Por el Bautismo el Evangelio es Declarado (Romanos 6:4-5)

 a. Estos versículos declaran claramente que Cristo murió por nosotros y resucitó para nuestra justificación. Nosotros en la salvación morimos a nosotros mismos (arrepentimiento) y confiamos en Cristo para vida eterna (fe).

b. Fíjase en estas palabras que se refieren al Señor Jesucristo: «su muerte» (v.3); «Cristo resucitó de los muertos» (v.4); «su muerte» y «su resurrección»(v.5)

c. Ahora, fíjase en las palabras que se refieren a nosotros: «hemos sido bautizados en su muerte» (v.3); «sepultados juntamente con él para muerte» (v.4); «plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte» (v.5); «lo seremos en la de su resurrección» (v.5).

d. Entonces por el bautismo, nosotros predicamos simbólicamente el camino de salvación, muerto a nosotros mismos y resucitados en Cristo para andar en vida nueva.

 2. Por la Cena del Señor el Evangelio es Declarado (1Corintios 11:23-26)

 a. Por medio de la Cena estamos anunciando a todos la muerte del Señor por nuestros pecados.

b. El pan habla del cuerpo partido del Señor por nuestros pecados y la copa habla de su sangre derramada para el perdón de nuestros pecados.

B.   Ellas Guardan la Pureza de la Iglesia

 1. Por el Bautismo la Iglesia Se Guarda la Pureza del Evangelio (Hechos 8:35-38)

 a. El bautismo guarda la puerta de la iglesia. ¿En qué sentido? 

b. La persona siendo bautizada está dando testimonio a la verdad de que ya ha muerto a sí mismo y al pecado y que va a andar en nueva vida.

c. Nadie que no ha experimentado la salvación en Cristo debe participar en el acto de bautismo. No debemos olvidarnos del orden establecido por Dios en la Biblia: primero, la salvación y segundo, el bautismo.

2. Por la Cena del Señor Se Guarda la Pureza del Cuerpo de Cristo (la iglesia) (1 Corintios 11:28-32)

 a. La cena del Señor centra en la muerte de Cristo y recuerda al miembro de la iglesia que él ha declarado su muerte al pecado y al mundo para andar en nueva vida.

b. También, por participar en la cena está declarando que está bien con los demás miembros de la iglesia.

c. Antes de tomar la cena uno debe examinarse y confesar sus pecados al Señor y reconciliarse con sus hermanos si es necesario.

 III.          LAS PERVERSIONES DE LAS ORDENANZAS

 A. En Cuanto a la Ordenanza del Bautismo

 1. El bautismo de infantes

2. Regeneración por el bautismo

3. Rociar en vez de sumergir

4. Bautismo para recibir el Espíritu Santo

 B. En Cuanto a la Ordenanza de la Cena del Señor

 1. La Transubstanciación

a. En el siglo segundo, se surgió que al recibir la bendición oficial del obispo que presidía la celebración, los elementos se convertían en algo diferente a pan y vino.

b. El error se extendió y en el siglo undécimo la iglesia de Roma declaró que el pan y vino, al ser consagrados, se transformaban verdadera y esencialmente en el cuerpo y la sangre de Cristo.

c. Poco más tarde el cuarto concilio de Letrán celebrado en el año 1215 declaró que la doctrina de la transubstanciación era artículo de fe. Esta declaración fue hecha por el Papa Inocencio III.

d. Esta doctrina afirma que cuando Cristo dijo: «Esto es mi cuerpo» sus palabras tenían un significado literal. Según la doctrina de la iglesia católico-romana, el sacerdote que oficia en el «sacrificio de la misa»,  por el poder que Dios le ha dado, transforma el pan y el vino en el verdadero cuerpo y sangre de Cristo. Puesto que Cristo «completo» está presente en cada elemento no se consideraba necesario que el pueblo tomaran el vino. Se les permitía el pan solamente. El sacerdote tomaba el vino o algunas veces mojaba la hostia en él antes de darla a los que comulgan.

 2. La Consubstanciación

a. Martín Lutero en su reforma no aceptó la doctrina de transubstanciación. Rechazó el concepto de que la misa tuviera algún valor como sacrificio ya sea para los muertos o los vivos. Pero en su lugar puso la doctrina de consubstanciación.

b. Esta doctrina establecía que aunque el pan y vino permanecían esencialmente sin cambio, misteriosamente el cuerpo y la sangre de Cristo estaban «en y bajo» ellos.

c. La interpretación de Lutero es una entre la literal y la figurativa de las palabras pronunciadas por nuestro Señor. Lutero argumentaba que las palabras debían tomarse literalmente en el sentido de que quien tomaba el pan y el vino comía realmente la carne del Hijo de Dios y bebía su sangre.

d. Sin embargo, decía Lutero, no había transformación en los elementos usados.

 

Conclusión:

          Un predicador antiguo una vez dijo, «puesto que las ordenanzas exponen en simbolismo fuerte todas las verdades del evangelio, si son administradas bíblicamente la fe de la iglesia será preservada en pureza, pero cuando las ordenanzas son pervertidas vendrá en seguida una corrupción de todas las doctrinas de salvación». La historia claramente confirma esta verdad. ¿Cuántas iglesias denominacionales han pervertido el evangelio? ¡Demasiadas!